viernes, 23 de mayo de 2014

MIS RAZONES PARA VOTAR EN BLANCO
Mayo 23 del 2014
ALVARO SIERRA DEVIA

No confío en ninguno de los candidatos que se están presentando, pues en su experiencia y en su hoja de vida no se advierte la intención de conducir al país por las vías de un desarrollo que beneficie al cien por ciento de los colombianos; todos, sin excepción, han ocupado altos cargos de dirección en el sector público y los resultados no son consecuentes con su actual discurso y promesas electorales.

Todos saben que la educación es uno de los motores que nos permitirán virar hacia la dirección correcta, pero ninguno ha sido capaz de tomar la decisión política de ponerle la atención que se merece, a pesar que hace más de veinte años, la comisión de los sabios les mostró el camino hacia la calidad de la educación.
La corrupción no ha disminuido en las entidades que han estado a su cargo. Quizás han logrado disminuirla muy poco –Clara López-, pero no con la decisión que amerita su posición. Es el punto más álgido, pues todos están representando a las diferentes fuentes de la corrupción en este pobre país: los partidos políticos, la extrema derecha, la extrema izquierda, los militares, el poder judicial, las iglesias, etc.  Debo resaltar que ninguno, realmente ninguno, está representando al pueblo.

La base del desarrollo se encuentra en la investigación, la innovación y la tecnología; meternos en este cuento, implica que nos apropiemos de lo nuestro: de nuestro suelo, de nuestros mares, de nuestro petróleo, de nuestras riquezas minerales, de nuestra flora y fauna, de nuestra cultura, etc. Ninguno de los candidatos habla de esto; su visión es la de los oligarcas: eso no es del pueblo, eso es mío y creen que el país se enriquece entregando lo nuestro a las multinacionales, por unas monedas de oro. Un candidato serio debe imponer políticas que conduzcan a que el pueblo sea propietario de las tierras, de manera más racional. Que nuestras riquezas se vendan con criterios ambientales, de sustentabilidad y sostenibilidad, velando por un precio justo, y que estos ingresos se distribuyan más equitativamente entre los colombianos.

En mi opinión, Zuluaga representa a los paramilitares, a la extrema derecha, a los dueños de las tierras y del ganado; Santos se da sus paseítos por el territorio de Zuluaga, y es un digno representante de los oligarcas de este país, de los dueños de los medios de comunicación, del sistema financiero, y de las grandes empresas que son propietarias del aparato productivo. Ramírez representa al poderoso frente nacional, que desafortunadamente aún sobrevive en Colombia. Peñalosa es un excelente y egoísta administrador, que no tiene la talla ni el respaldo de nadie, el no ve a las personas, sería un excelente vicepresidente; El origen de López es la aristocracia, y actúa como una de esas señoras ricas que quiere mejorar la vida de sus empleados, loable.

Ninguno de ellos, incluso López, ha dicho una palabra sobre el genocidio de la UP, y eso que tienen a Aida Abella en la mesa. Qué vergüenza de candidatos.

Votaré en blanco, para señalar mi desacuerdo con las otras cinco opciones, pues ninguna de ellas –estoy seguro- será agente del cambio que este país necesita. El voto en blanco no ganará, pero indicará que existe una masa –ya casi crítica- de colombianos que no estamos de acuerdo con el manejo aristocrático del poder y la distribución desigual de nuestra riqueza nacional.