martes, 5 de abril de 2016

Zapatero a tus zapatos.
¿Y cómo mejoramos la calidad de nuestra educación?

ALVARO SIERRA DEVIA
@alsidero
Abril del 2016

Colombia hoy en día, en el campo de la educación, cuenta con suficientes Facultades Universitarias e investigadores expertos, que tienen la madurez para asumir la responsabilidad de diseñar, implantar y controlar un sistema educativo pertinente, efectivo y eficiente. Esta es la única solución que vislumbro para esta encrucijada en la que se encuentra el país. Para llegar a ella hay dos alternativas: que los dueños del poder cedan esa responsabilidad o la ciudadanía se las despoje a través de los mecanismos de participación que la Constitución provee.

El problema central –fundamental- de la educación en Colombia nunca ha sido su cantidad, cobertura o recursos; el problema siempre ha sido su calidad. Y la calidad  está en manos de los que saben, no de los políticos. Esto no es un secreto, aquí no estoy diciendo nada novedoso, pues muchos la han dicho antes.

En 1994, una Comisión de Sabios le dio muy buenas recomendaciones al Gobierno de turno, y hasta hoy, los políticos hicieron caso omiso. Colombia sería un país distinto veintidós años después. La experiencia de los países desarrollados lo demuestra; atendiendo las recomendaciones de la UNESCO (Informe: La educación encierra un tesoro) -hace mucho más de veinte años-,  fortalecieron en sus nuevas generaciones el desarrollo de las competencias del ser-estar-hacer-saber, casi en ese orden, logrando personas más humanas, integras, con capacidad de autonomía.

Todo lo contrario de lo que sucede en Colombia: personas que no son autónomas ni emprendedoras, con una escala de valores que no contempla el respeto por la vida, por los demás y por su entorno; con un apego estúpido hacia lo material y una ignorancia atrevida hacia lo espiritual.

Los índices de calidad de nuestro sistema educativo se deben buscar en el número de personas hacinadas en las cárceles, los índices de violencia generada por nuestros diferentes grupos sociales, los niveles de corrupción de nuestros gobernantes en todos los niveles y ramas del poder, el crecimiento inusitado de feligreses de dudosas iglesias con más sentido económico que espiritual, en fin, etc.,   la lista es demasiado larga.

Cómo lo mencioné anteriormente, solo hay una solución -que los expertos asuman el control- y dos alternativas para llegar a ella. La primera es casi imposible, pues no creo que los políticos estén dispuestos a cederlo; ellos son testaferros de los dueños del poder de este país y es a ellos a quienes convienen los resultados de nuestro perverso actual sistema educativo. La segunda alternativa es que la ciudadanía actúe a través de los mecanismos de participación de los cuales dispone -de acuerdo con nuestra Constitución-, y para ello tienen que prepararse. Entramos entonces en un círculo vicioso, pues nuestro sistema educativo actual nunca lo hará.


El llamado entonces es para aquellos que tienen que asumir el control (Facultades de educación,  Expertos investigadores, Académicos, Docentes), para que unan fuerzas, se ordenen, se constituyan en agentes de cambio y utilicen todos los medios a su alcance, especialmente las redes sociales, para preparar a la ciudadanía y alcanzar rápidamente esa masa crítica que se requiere para salir del circulo vicioso y lograr que la segunda alternativa sea una realidad, lo más pronto posible.

Háganlo por favor, Colombia se dirige hacia un abismo.....

viernes, 27 de febrero de 2015

¿De cuál paz se está hablando?

ALVARO SIERRA DEVIA
@alsidero
Febrero 27 del 2015

Los medios -una vez más y sin excepción-, se están encargando de desfigurar, desinformar y sesgar, las conversaciones que el Gobierno está adelantando con la Insurgencia en la Habana (Cuba),  a través de las cuales se proponen terminar el conflicto que tienen entre ellos hace más de cinco décadas y cuya principal víctima es el pueblo. Esto confirma que ellos –los medios- son actores principales de lo que viene sucediendo y sucederá en Colombia.

Sistemáticamente –todos los medios- han dejado de hablar del conflicto en sus titulares, y nos quieren convencer que se está hablando de paz, hasta tal punto que tienen ilusionada a una inmensa mayoría de colombianos con algo que está lejos de suceder. Ojalá se encarrilen de manera objetiva y rápidamente, pues creo que será más peligrosa la desilusión, independiente de la terminación de ese conflicto o no.

Que el Gobierno y las Guerrillas terminen su conflicto es muy importante, e indudablemente entraríamos en una nueva onda de menor violencia con mayor esperanza; ¿pero la paz?, no señores, la paz es algo muy diferente y estamos muy lejos de alcanzarla.

Ya hay un grupo insurgente que se retiró de la violencia recientemente y las ventajas de este acto de perdón saltan a la vista con los aportes -buenos y malos- que sus cabecillas están dando constitucionalmente en diferentes estamentos del Estado; sin embargo, la paz se alejó más, pues las desventajas también saltan a la vista: hubo un silencioso genocidio que casi desapareció un partido político y muchos colombianos aún ven a los reinsertados como peligrosos enemigos. Desafortunadamente, además del Estado, un factor común de estos hechos siguen siendo los medios, por el sesgo y mala o nula información con la que desfiguró esta nueva realidad.

La paz no se firma por decreto, ni se logra con referendos ni buenas voluntades; la paz es consecuencia de las acciones que adelantemos TODOS los colombianos y tiene que involucrar a poderosas y dinámicas minorías representadas en grupos paramilitares, delincuencia común,  –¡ojo, medios!, grupos religiosos, aparatos educativos, aparatos productivos, sistema financiero, organizaciones campesinas, aparato militar, cacaos, gobierno, ambientalistas, etc.,  y a una gran mayoría que siempre está ausente: EL PUEBLO…!.   El estado (gobierno), los medios y el sistema educativo son los encargados de permitir que el pueblo participe de manera coordinada y sin ningún tipo de violencia.

La información objetiva, dirigida a personas bien educadas (significa pensamiento crítico, sistémico, competencias básicas -saber ser y saber estar- altamente desarrolladas) marcan las primeras acciones con las que tendríamos esperanzas de tener paz, pero el Gobierno actual no está interesado en adelantarlas y eso es evidente. Ellos son los dueños del 95% de los medios del país y son los que deciden el tipo de educación que recibimos los Colombianos.

Perdonen el pesimismo de esta persona que se considera asertiva: la Paz en Colombia es un sueño que está muy lejano, y como vamos, solamente llegará cuando se dé una crisis que le permita al pueblo adelantar acciones propias para informarse y educarse convenientemente.

Cualquier día de este año nacen cien niños, tres en clínicas privadas y el resto en hospitales públicos. Son iguales como hombres, pero profundamente desiguales como seres humanos. Nuestro sistema social entrega todo a esos tres niños privilegiados y los educa para que sean los amos de los 97 desposeídos restantes, quienes son educados para agachar la cabeza y no son informados de su realidad.
¡Cuidado! En cualquier momento esos 97 niños entenderán su realidad –a pesar de los medios y del sistema educativo- y violentamente se apoderarán de lo que por naturaleza les pertenece. La verdadera inclusión social se dará cuando esos tres niños estén en las mismas condiciones de los 97 restantes.

¡….En ese momento si estaremos en camino de vivir en paz….!

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Mi personaje del 2014 se llama PLUTOCRACIA

ALVARO SIERRA DEVIA
@alsidero
Diciembre 31 del 2014

Según la Real Academia Española de la Lengua RAE, plutocracia es la preponderancia de los ricos en el gobierno del estado, y eso es lo que sucede en Colombia. Los verdaderos ricos son los dueños del país y se reducen a una cuantas familias –los llamamos cacaos- que representan menos del  0,1% de la población colombiana; es decir unas 50.000 personas.

Su dominio ha evolucionado de manera tal, que manejan al país como a una compleja Sociedad Anónima, a través de testaferros muy bien pagos que están ubicados en las gerencias de las organizaciones clave, con las que logran tres propósitos fundamentales: mantener el control del estado, apropiarse de sus riquezas y conservar un alto estado de invisibilidad.

El control del estado lo mantienen con un remedo de democracia que apacigua hipócritamente la conciencia internacional y que utiliza eficazmente herramientas tales como la violencia, la corrupción, el diseño de perversos sistemas informativos, financieros y administrativos, y de un modelo educativo que castra desde temprano el desarrollo de las competencias críticas y creativas del 95% de los colombianos.

Son los dueños de las riquezas del país, de las tierras, del dinero; la acumulan y no la comparten. Las que no pueden acumular la venden al extranjero y se quedan con el producto de la venta. Los salarios de los testaferros y de los empleados no son distribución de riqueza, son solamente gastos administrativos y costos de producción.

Son completamente invisibles gracias a sus testaferros, ubicados en las tres ramas del poder público, en la dirección de las organizaciones financieras, en la presidencia de las principales organizaciones productivas, quienes a su vez manejan las organizaciones de control y de policía.


Esta visión de estado, permite entender el proceso de negociación en la Habana, como eso exactamente: una negociación entre testaferros aristócratas y molestos violentos que incomodan como piedra en el zapato. Por ningún lado se vislumbra la paz, pues todo se está haciendo a espalda de 47 millones de colombianos sordos, ciegos y mudos, que estamos más pendientes de la octava estrella de Santa fe, del traspaso de Camilo Vargas, de la edad de Amparo Grisales, de Teófilo Gutiérrez como el mejor de América y cosas así, mientras hacemos cuentas de qué clase de mierda seguiremos comiendo con los $28.000 adicionales que al mes nos regalará uno de los pocos aristócratas-plutócratas-cacaos que conocemos: Juan Manuel Santos…

lunes, 24 de noviembre de 2014

PRUEBAS SABER 11 2014-2
APUNTES VARIOS - 01
Noviembre 24 del 2014

Elaborado por ALVARO SIERRA DEVIA
@alsidero

Introducción

Mi paso por varios colegios de Bogotá, me dejó el hábito de revisar los resultados de las pruebas SABER 11, en mi condición de padre de familia, directivo de asociación de padres de familia, directivo educativo y docente (educación media y superior); este documento es resultado de ese ejercicio personal, no oficial, que pretende no editorializar sobre sus contenidos –aunque su diseño ya lo hace- y pretende, solamente informar y disparar debates y acciones que coadyuven mejorar la calidad de la educación en nuestro país, y especialmente en Bogotá.

Metodología

La información fuente se tomó directamente de la página del ICFES en internet http://www.icfes.gov.co/resultados/saber-11-resultados/resultados-agregados-2014-2, desde la cual descargué un archivo con el nombre “Resultados agregados 20142 puntajes promedio SABER 11 2014 por institución educativa v5” el pasado 22 de noviembre del 2014. Hago esta precisión, porque en ejercicio previo (mediados de octubre) descargué de ese mismo sitio un archivo con el mismo nombre, pero versión 2 y que dio resultados diferentes a los que estoy presentando. Desconozco las causas de estas diferencias en los archivos fuentes, pero conservo copia de ambos, para el que quiera revisar (solicitarlos a través de mi cuenta de correo electrónico).
A la información original, adicioné el promedio de cada institución, como el resultado de promedio aritmético de los obtenidos en cada una de las siete pruebas aplicadas a sus estudiantes (escala de 0 a 100).
Los promedios para agrupamientos (por departamento, o clase de institución) se ponderaron, teniendo en cuenta el número de estudiantes que fueron evaluados en cada institución.
El resto son solamente ordenamientos según varios criterios. Los primeros resultados son los siguientes:

00 ASPECTOS GENERALES

·         11.903 Instituciones educativas en todo el país
·         548.681 Estudiantes fueron evaluados
·         50,00 Es el promedio de todas las instituciones a nivel nacional
·         53,60 Es el promedio de todas las instituciones de Bogotá


01 COMPARATIVO POR DEPARTAMENTO

·         32 Departamentos y Bogotá, aparecen en esta relación
·         El 50% de los estudiantes están concentrados en cinco departamentos (Bogotá, Antioquia, Valle, Cundinamarca y Atlántico)
·         El 50% de los colegios, están concentrados en seis departamentos (los cinco anteriores, y Santander)
·         8 Departamentos tienen un promedio superior al promedio nacional
·         El promedio de los colegios oficiales de Bogotá (51,46), solamente es superado por Boyacá y Santander.













02 RESUMEN BOGOTÁ

·         Bogotá tiene el 17% de los estudiantes del país, y el 12% de los colegios.






 03. COLEGIOS DE BOGOTÁ CON MAS DE 250 ESTUDIANTES EVALUADOS


 04. COLEGIOS DE BOGOTÁ CON MENOS DE 5 ESTUDIANTES EVALUADOS


 05. LOS MEJORES 10 Y LOS PEORES 10 PROMEDIOS DE BOGOTÁ




 05. LOS MEJORES Y PEORES 10 PROMEDIOS DE COLEGIOS OFICIALES DE BOGOTÁ





domingo, 14 de septiembre de 2014

Un peligroso atraco llamado “Gota a Gota”
ALVARO SIERRA DEVIA
Septiembre 14 del 2014
@alsidero

En Colombia, una de las consecuencias graves de nuestro analfabetismo financiero es la cultura del crédito como “única” opción de tener algo en la vida, y dentro de la amplia oferta legal e ilegal que tenemos los colombianos, sigue subsistiendo la modalidad del “gota a gota” que no es otra cosa que un delito que merece cárcel y con penas muy largas.
Con el siguiente ejemplo, real, espero mostrar la realidad de este “atraco” del que son víctimas personas que manejan –cotidianamente- efectivo corriente en volúmenes altos, como operación normal de un negocio comercial o industrial pequeño, que en un momento dado requiere una inyección de capital para compra de inventarios de mercancías o materia prima.

LO QUE SE MUESTRA
Para un préstamo de un millón de pesos, el agiotista dice que solo le cobra el 20 por ciento, o sea 200.000 pesos; los suma al millón de pesos y los divide en 60 cuotas, dando como resultado el compromiso de pagar durante los siguientes dos meses la suma de $20.000 diarios. Es de exaltar la calidad del servicio del prestamista, pues le entregan el millón de pesos y recogen los $20.000 diarios directamente en su domicilio, con una diligencia que envidian las más eficientes organizaciones de servicios.
Ni pensar en quedar mal con los pagos. Los mecanismos de cobranza por mora ponen en riesgo el patrimonio, el bienestar físico y la vida del angustiado comerciante. Un eficiente ejercito de abogados, expertos en causar lesiones personales y sicarios, son parte de esos mecanismos de cobranzas, que también deben envidiar algunas organizaciones financieras.

LA REALIDAD
Financieramente hablando, es un crédito de un millón de pesos que se paga con 60 cuotas diarias de 20.000 cada una. Aprovechando las bondades de la hoja de cálculo Excel, se elabora la tabla de amortización y se calcula el interés real cobrado, obteniendo el 0.618% diario; pareciera que pagar 61 centavos diarios de interés por cada cien pesos prestados es una nimiedad.
Ojo, que ese “pareciera” es solo una percepción; la realidad es muy distinta, pues ese 0,618% diario equivalente al 848,77% anual; es interés efectivo, vencido y año de 365 días.

848,77% de interés efectivo, vencido, anual es todo un atraco, comparado con las tasas promedio que cobran las entidades financieras, que giran alrededor del 27% efectivo anual, o con las tasas de usura que no exceden del 31% efectivo anual en estos momentos; después de eso, ya es un delito. 

viernes, 15 de agosto de 2014

TODOS SOMOS VICTIMAS
Alvaro Sierra Devia
@alsidero
Agosto 15 del 2014

Los colombianos no debemos tomar ningún tipo de partido dentro de las conversaciones de paz que se están adelantando actualmente en Cuba. Ninguna de las entidades que están participando en este proceso, ha sido legitimada por el pueblo. Ni los protagonistas directos de las conversaciones (Gobierno y Guerrilla), ni por los que las aplauden (Izquierda) y mucho menos por los que se oponen (Derecha). Lo sucedido en las elecciones no legitimó a nadie.

Desde que fuimos colonizados, los indígenas y todas las generaciones posteriores con  su rica variedad de mestizajes, hemos sido alejados y ajenos del patrimonio de nuestra nación; casi el 90% de los colombianos, desde entonces, no somos propietarios de nuestra riqueza, no participamos de nuestro ingreso, y nuestro duro-odioso-permanente-ajeno trabajo no es contraprestado justamente; en cambio participamos obligatoria e involuntariamente, como protagonistas de primera línea, en la violenta guerra que, por el poder, mantiene el 10% de los colombianos restantes, y que podemos considerar tristemente como los dueños del país. Esto significa que todos somos víctimas de esta guerra iniciada hace más de cuatro siglos, y que en los últimos cincuenta años ha adquirido ribetes dramáticos.

Ese 10% que denomino como dueños del país son los dueños de la tierra, de la industria, del dinero, del poder, del comercio, de lo ilícito, de las armas y especialmente de nuestros miedos. Ustedes llámenlos como quieran: cacaos, paramilitares, guerrilleros, políticos, iglesia, alta dirigencia, industriales, terratenientes, políticos, ganaderos, narcotraficantes, etc. El factor común son sus niveles de corrupción, y su desdén por los que no pertenecen a su nivel, estrato 6 o más, que ellos mismos se asignaron.

Tengo tres cosas ciertas en este momento: Primera, los que están conversando en la habana representan a esta minoría elite, y no al 90% de colombianos víctimas; segunda, la guerra es entre grupos que pertenecen a ese 10%; y tercera, si se firma el tratado de paz, la guerra no desaparecerá porque ni siquiera se han puesto de acuerdo entre los diferentes grupos que pertenecen a esa minoría, específicamente con la derecha, los paramilitares y los narcotraficantes.

Veo con mucha desconfianza y tristeza, que en la Habana se está construyendo una nueva caja de pandora que, al abrirse, traerá un nuevo tipo de colonización que beneficiará –como siempre-,  a ese 10% de auto elegidos líderes, y nos dejará viendo un chispero a casi 40 millones de colombianos víctimas.
Hace quince años lo dijo al aire, un reconocido periodista deportivo, abrumado por el asesinato de alguien que si nos representaba –Jaime Garzon-:

“País de mierda…!!”

martes, 29 de julio de 2014

¿Vieron al animal político?
Alvaro Sierra Devia
@alsidero
Escrito 01-2014
Julio 29 del 2014

Apenas estoy empezando a curiosear con mayor detenimiento, los intríngulis de nuestra política, como un acto que me permita entender el por qué los colombianos somos tan reacios a participar en ella –explícitamente-, sin darse cuenta que su no participación es la que le permite a unos pocos mantenerse en el poder y lucrarse con ello.

Mis conocimientos previos y lo poco que ha sucedido en la legislatura iniciada el pasado 20 de Julio me permiten aventurar una arriesgada comparación entre el comportamiento de un animal que admiro mucho, el pulpo,  con el de un senador al que le respeto su inteligencia, y al que percibo como un depredador de poder: Alvaro Uribe.

El pulpo es invertebrado, tiene ocho tentáculos, una cabeza, tres corazones, sangre azul; es muy prudente –raya con la timidez-, inteligente, aprende con rapidez y su capacidad para mimetizarse todavía sorprende a los estudiosos.

En las pasadas elecciones, el senador Uribe logro instalar 19 tentáculos en el Senado y 12 más en la Cámara de Representantes. Lo mostrado hasta ahora es que esos tentáculos se comportan disciplinadamente, como un relojito, siguiendo las órdenes e instrucciones de su líder, quien además conoce el entorno como la palma de su mano, se mimetiza con mucha suficiencia, y además tiene tentáculos en otras bancadas que solo utilizará en los momentos cruciales. La votación de hoy, para empezar a tomarle el pelo al debate en su contra, es un ejemplo de ello.

Habrá mucha bulla a su alrededor, levantarán la voz en su contra, lo ofenderán, pero se mimetizará con la ayuda de sus tentáculos, levantando arena cuando sea necesario, permaneciendo alerta para atacar y huir en medio de una cortina de tinta, solo cuando sea necesario.

Inmanejable será este monstruo para verdes, alianza, polo, independientes, no corruptos, pues son solo peces pequeños –minorías- en el estanque, y lo máximo que harán será molestarlo un poco. Él se está preparando para enfrentar un enemigo de su mismo tamaño: otro monstruo –corrupto también- que le arrebató lo que tanto quiere: el poder.

Ojalá que podamos ver toda esta novela, a través de la televisión pública, de los medios, de los trinos de varios senadores no corruptos, y que en estos momentos se están constituyendo en el despertador para todos esos colombianos que permitimos que estos engendros nos gobiernen, se apropien de nuestras tierras y regalen nuestras riquezas.

Para terminar este primer escrito, quiero disculparme públicamente con los pulpos por tan odiosa comparación. Afortunadamente y a diferencia de aquel, el pulpo no representa una amenaza para el hombre, es dócil, no es depredador, e inclusive llega a ser amigable con las personas. Generalmente termina su vida con un acto de amor inconcebible en Uribe: muere de hambre para que sus hijos sobrevivan.