La apasionante disputa de una alcaldía billonaria
La asquienta disputa por la
alcaldía de Bogotá, es solo una muestra de la inmadurez política de sus habitantes
–la misma de todos los colombianos-, y de la madurez manipulativa de todos
nuestros gobernantes, sin excepción.
Parece una pelea de chinos
chiquitos, acusándose mutuamente, ante la cara brava de la mamá, y el rostro
indiferente del papá. Vergüenza debería darnos…!!
La inmadurez de los bogotanos es
la misma inmadurez de todos los colombianos: somos testigos de las peleas que
se dan entre los corruptos, y no actuamos de ninguna manera; incluso, tomamos
partido, apoyados en la insuficiente y hasta mentirosa información que nos
brindan los medios, y discutimos entre nosotros, sin darnos cuenta de nuestro
rol de víctimas.
Los medios sospechosamente no
investigan, ni desenmascaran a las verdaderas mafias que están detrás del poder
y del presupuesto –billonario por cierto- que está en juego. Se limitan a tomar
partido y a informar o desinformar de manera bastante odiosa, con el propósito
de hacer quedar mal a su oponente, llegando incluso a declararlo responsable de
que en la ciudad llueva. Que tristeza que los bogotanos sigamos
creyéndoles…..!!
Nuestros sistemas -ejecutivo,
legislativo y judicial- de orden local, departamental y nacional, astutamente
otean la situación desde sus tronos, sin intervenir, pero dispuestos a comer
del muerto en el momento que lo haya. Los podríamos comparar con los chulos,
pero estos bellos animales, al contrario que nuestros políticos, son necesarios
para cuidar del medio ambiente.
A esta alturas de la disputa, ya
está dejando de ser importante quien se adueña de trono, pues el siguiente
alcalde se sentirá legitimado para hacer con ese presupuesto lo que se le dé la
gana.
Carruseles, Concejales, Ediles,
Contratistas, Empresas gerenciadas por los testaferros de nuestra oligarquía,
bienvenidas a comer del muerto que quedará después de esta triste disputa.
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